Teatro chido/Diversión con el corazón
Charla con Víctor Velo y Rubén Jordán
La bodega es una compañía con renombre nacional, es una compañía importante en Chihuahua.
Rubén Jordán, Alberto Orozco y Víctor Velo, compartían un espacio ubicado en el centro de la ciudad, mismo que utilizaban enfocado en sus propios intereses, Jordán lo usaba para ensayar, Orozco para pintar y Víctor como espacio de tallereo.
Con el paso del tiempo deciden unir esfuerzos para aprovechar el lugar, mismo que ya rentaban, por lo que, en 2014, resuelven llevar a cabo su primer montaje, la obra “Rompecabeza” de Antonio Zúñiga.
Con este montaje, participaron tanto en la Muestra Municipal y Estatal de Teatro, llegando incluso a la Muestra Nacional celebrada en Aguascalientes, también con este montaje tuvieron funciones en Carretera 45, estos logros impulsaron fuertemente a la incipiente compañía.
En 2015 llevan a escena “Precisiones para entender aquella tarde” de Hugo Wirth con la que participan en la Muestra Municipal de Teatro, así como en el Festival Internacional Chihuahua, FICH.
En 2016 estrenan “Esa melancolía que le da a uno a veces” de Alejandro Ricaño, presentándose la Muestra Estatal de Teatro Chihuahua y en el Teatro La Capilla.
En 2017 realizan el montaje de “Poquito” de Víctor Velo y ese mismo año reciben el apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico, PECDA, para llevar a cabo la adaptación del texto original de Federico García Lorca para el montaje “Soy Bernarda Alba”.
En 2018 con el Fondo Municipal para Artistas y Creadores, FOMAC, realizan el montaje de “Romeos” de Antonio Zúñiga, estímulo que repiten posteriormente para llevar a cabo la puesta en escena de “Nintendo 64” de Víctor Velo.
En 2022 obtienen el Programa de Estímulos Fiscales para la Cultura y las Artes, Eká y montan “Instrucciones para saltar” de Velo y cierran 2023 con la propuesta escénica “El hombre que escuchaba Baladas de Alejandra Guzmán” del mismo autor y bajo el apoyo del mismo estímulo.
No sé si somos un referente con todo lo que esto convoque, pero somos una compañía interesante.
Jordán ha tenido la dicha de conocer a todos los dramaturgos de los textos que ha montado, lo cual, según sus propias palabras, implica una mayor responsabilidad y compromiso.
Los procesos de montaje han dependido de la empatía que manejan Rubén y Víctor, quienes han logrado conformar una gran mancuerna de trabajo, en donde están de acuerdo en la visión para elegir y llevar a cabo los proyectos.
-Nuestro proceso es largo porque cuando los actores y las actrices llegan, ya tenemos un periodo de dos o tres meses trabajando, ese es uno de los beneficios que te da tener tu propio espacio. Si no nos sentimos orgullosos de la obra, no la estrenamos.
Además de los estímulos mencionados, han llevado a cabo diversas temporadas tanto en espacios escénicos independientes como en espacios alternos, lo que les ha valido una importante vigencia en el ámbito teatral local y nacional.
-Nosotros metemos los proyectos terminados a las convocatorias, no los preparamos para las convocatorias.
Algo que Víctor destaca es que cada gestión que se ha realizado para La Bodega, es una gestión que no ha fallado.
La estructura actual de la bodega está constituida por Rubén Jordán en la Dirección Artística, Víctor Velo a cargo de la Dirección Administrativa, contando con el apoyo de Melissa Baca, quien es su mano derecha en torno a los aspectos administrativos, así mismo cuentan con el apoyo de Magnum García como encargado de Foro y aspectos de mantenimiento del espacio.
La Bodega no selecciona a sus integrantes por medio de casting, ya que consideran que la clave para encontrar gente es ver teatro.
-Nos gusta trabajar con gente que conocemos y que sabemos cómo trabaja, pero en ocasiones hemos integrado elementos de acuerdo a su perfil, no tenemos los mismos procesos que otras compañías.
Rubén y Víctor coinciden en que el tiempo de vida de un montaje lo van dictando varios elementos, entre estos, los mismos miembros del elenco, aunque en otras ocasiones la misma obra lo indica, e incluso el propio contexto, por lo que consideran que los proyectos se van agotando poco a poco, por lo que no les gusta aferrarse a un montaje, dejándolo fluir.
-Existe una gran sinergia entre los dos después de haber trabajado juntos durante tanto tiempo. Nosotros siempre quisimos quitarle lo formal al arte, siempre quisimos que fuera una colaboración entre amigos.
En cinco años Jordán se imagina igual de feliz haciendo lo que hace, probablemente contando con un estímulo México en la escena, haciendo las obras que quiere y compartiendo con más gente.
-Tengo la dicha de que la diversión y mi trabajo, es La bodega.
Por su parte, en cinco años, Víctor quiere mirar atrás y sentirse orgulloso, tal y como se siente ahora mismo de ver como empezaron hace diez años, a pesar de las carencias, ya que considera que se lanzó a hacer las cosas con una inocencia que ahora mismo le sorprende.
-Tenemos la gran fortuna de contar con nuestro propio foro lo que nos llena de ventajas, entre ellas no sólo contar con nuestro espacio de ensayo donde podemos visualizar nuestros montajes, sino que podemos recibir a compañías de varios lugares del país lo que nos enriquece muchísimo, ya que nos comparten sus procesos y observamos cómo se manejan, también aprendemos muchas cosas relacionadas a la gestión. Le tenemos un amor enorme al lugar, porque ahí nacimos, ahí nos conocimos, ahí creamos, pero a pesar de que somos partidarios del teatro íntimo, si algún día decidimos mudarnos, la bodega se va a ir con nosotros a donde vayamos.
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