PARA LOS PRIMEROS AÑOS
Una revolución de ternura
Charla con Nataly Proo
-En Lunia intentamos generar un cambio social con los bebés, tanto en la cultura como en el arte.
A través del acercamiento que su familia le brindó con el arte en general y a partir de reconocerlo como una herramienta para combatir su timidez, nace en Nataly un interés por el teatro.
Nataly Proo inició su quehacer teatral en un taller en preparatoria, en su natal Parral, talleres que continúo durante sus estudios en La Normal, posteriormente se traslada a Chihuahua, donde decide estudiar Teatro de manera profesional en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
-Descubrí el teatro como una forma de expresar quien eres sin la necesidad de convertirte en el personaje, el teatro te da todos los medios, lo que me motivó a convivir con otras personas. Yo quería ser actriz, ya que eso me ayudaba mucho a hablar con la gente, convivir y hacer amigos, pero luego vi todas las posibilidades creativas de la producción, de generar historias y buscar otros horizontes, eso fue lo que me cautivó.
Tras tener la oportunidad en 2016 de ver una obra de A la deriva Teatro, compañía de Guadalajara, comienza a seguir sus redes sociales y se da cuenta de que esta agrupación trabajaba teatro para bebés, inspirada en este hecho Nataly comienza una investigación al respecto.
Tras el nacimiento de su hijo, tuvo la posibilidad de apreciar en casa lo que él era, lo que hacía, lo que experimentaba, incluyendo lo que había alrededor, las cuestiones prácticas y de logística, pensando más allá, sobre todo en los derechos que tienen los bebés para acceder a los espectáculos.
La compañía surge en 2017, originalmente conocido como Proyecto NIA, porque era un proyecto de Lunajero Teatro, pero en 2020 da el giro a Lunia, como compañía independiente.
-Nuestro trabajo no es una guardería, no es estimulación temprana y hemos tenido que luchar contra el estigma sobre si lo que hacemos es o no teatro.
El nombre NIA surge de la unión de Nataly y Alonso, también es una palabra de origen africano que significa origen o meta, que era precisamente lo que buscaban representar, también suena como gato en japonés de ahí su logotipo y Lunia, responde a la unión de Lunajero y Nia.
En 2020 se encontraban trabajando en el Programa de Emprendimiento Cultural del Instituto de Cultura del Municipio ICM su Proyecto iCrea, consistente en la concepción del Foro Lunia, dedicado a la primera infancia, mismo que tuvieron que ir modificando por las condiciones pandémicas.
En ese mismo año reciben el Programa de Estímulos Fiscales para la Cultura y las Artes, Eká Nawéame, para llevar a cabo dicho proyecto, pero dadas las condiciones a las que se enfrentaban, deciden realizar el foro de manera virtual, lo que fue un gran éxito, ya que brindaron apoyo y compañía a las mamás, lo que en ese preciso momento era una necesidad importante, por lo que les brindaron la oportunidad de que conocieran a especialistas en primera infancia, crianza respetuosa, en derechos de los niños y en posibilidades lúdicas en casa.
-Me llamó la atención por qué aquí en Chihuahua no conocíamos esto, por qué no sabíamos de esto.
A partir de esa inquietud empezó a notar que siempre ha habido bebés alrededor del teatro, en las funciones, en los ensayos, lo que la motivó a generar algo que pudiera gustarle directamente a ellos.
-Teníamos un montaje que catalogábamos para toda la familia, pero en una función, estuvimos a punto de pedirle a una mamá que saliera de la sala porque su bebé estaba llorando, ella estaba muy apenada, este hecho generó en mí una catarsis, fue ahí donde supe que teníamos que buscar los medios para que todo el público esté a gusto, cómodo y que realmente todos puedan acceder.
En el ámbito artístico, la pandemia fue un periodo que nos hizo aprender muchísimo, fue un proceso muy fructífero para nosotros, de gran crecimiento para Lunia. Logramos una gran sinergia con personas de todo el país que pudieron estar dentro de nuestro foro virtual que ofrecieron espectáculos, talleres y pláticas a las familias en sus casas, eso nos benefició muchísimo para nuestro crecimiento, el cual fue exponencial, logramos conocer gente de todo el país y del mundo.
Ese mismo año teníamos aprobado un Festival para primera infancia por parte de Alas y Raíces de la Secretaría de Cultura, el cual también tuvo que ser virtual.
En Lunia han estado presentes desde 2015, Erick Hernández y Diana Bravo, lo que les ha ayudado a aprender en conjunto, detectando sus habilidades, por lo que cada uno propone qué puede aportar para que la compañía funcione.
-Nos hemos ido entrenando en conjunto, por lo que tenemos nuestras funciones muy claras, cuando se integra alguien nuevo le preguntamos qué quiere hacer dentro de la compañía o nos ven y ellos proponen qué desean hacer.
Junto a ellos se encuentra Alonso López, quien es encargado de todo lo técnico, Samantha Pérez se integra posterior a la pandemia fungiendo activamente en los talleres, Karen Sáenz es su coreógrafa, Aby Peña colabora como actriz y cuenta cuentos, además de varios artistas que se unen a sus diversos proyectos.
Lunia ha generado diversos espacios de capacitación a través de talleres para que las personas puedan atender a la primera infancia, lo que les ha ayudado a encontrar a algunos de sus participantes, atendiendo siempre a la confianza, la responsabilidad, y la disponibilidad para aprender.
-Saúl, que es mi hijo, es el productor, él nos dice que funciona y que no, nos ayuda a provocar en los bebés la experiencia, para que interactúen y se sientan en confianza. Nosotros seleccionamos a nuestros colabores a partir de la confianza que se genera al conocerlos, tenemos la fortuna de contar en nuestro grupo con un pequeño y ver cómo es la relación directa de las personas con él, para nosotros es muy importante esa parte, no importa el currículum que pueda tener una persona si la relación con las y los bebés no es buena.
La compañía prueba sus espectáculos antes del estreno, lo que consideran una suerte de taller donde tienen oportunidad de observar los elementos en conjunto y verificar si es necesario generar cambios.
“Apapacho” de 2017 es su espectáculo más representativo con más de 200 funciones, posteriormente llevan a escena en 2019 “Jugar”, basada en juegos tradicionales rarámuris, luego estrenan “Libre”, a partir del movimiento de los infantes, desde que nacen hasta que emprenden la marcha, este proyecto está planificado para bebés de cero a quince meses y fue generado a partir del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico, PECDA, luego viene Ocotillo basado en el empoderamiento femenino, este trabajo es resultado del Fondo Municipal Para Artistas y Creadores, FOMAC 4, su proyecto más reciente A-sentir, cuenta con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, FONCA, en la categoría de Jóvenes Creadores.
-Tal vez nos perciben muy activos porque nos interesa que se visibilice que los bebés pueden tomar el teatro en una especie de revolución, porque tienen derecho, por eso estamos presentes en las convocatorias.
Nataly en cinco años ve a Lunia como una potencia creativa que sigue trabajando por los y las bebés, como una oportunidad para seguir generando espacios y ambientes para las familias y como posibilidades de expansión para llegar incluso a estar fuera del país.
Además de los estímulos para el desarrollo de su trabajo, han sido participantes dentro del Festival Internacional de Teatro para los Primeros años en Guadalajara en 2019 y dentro del Circuito Nacional de Artes Escénicas.
-Ha sido muy gratificante salir del Estado y ver que hay posibilidades de llevar nuestro trabajo a tantos lugares.
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